Espejo catártico
Entonces aprovechás que es una mañana tranquila y te mirás después de afeitarte. Y pensás que posiblemente mañana venga la tana por un rato, y que hoy por la tarde vas a reunirte con Natalia en la consultora, y te preguntás si la reunión que ambos convinieron “a última hora” podría ser la excusa ideal para terminar el día yendo por ahí a tomar algo en un after hour. Y te preguntás a qué puede llevar eso, aunque sabés por dónde va la respuesta. Y, como hoy se te da por preguntarte todo, también te interrogás acerca de Alejandra, la morochita veinteañera que ves en el seminario de la facultad.
La piba tiene 20 espléndidos años, y se te acerca con sus jeans ajustadísimos, y te sonríe desde la impunidad que la da la belleza y la juventud, y te clava los ojos como si te desafiara. Te repetís que es chica, pero vos sabés que van a terminar preparando el trabajo del seminario juntos y sabés que ella decidió que va a sacarse la curiosidad que siente por vos.
Y te jode pensar que mañana va a venir la tana y va a mirar mil veces de reojo el reloj, y va a irse una hora y media después de haber llegado, y que va a dejar el departamento lleno de su perfume, que en el comedor va a quedar el eco de sus risas y su voz, y vos te vas a quedar reconstruyendo su imagen cuando ella ya no esté.
Entonces te mirás a tu propia cara y pensás que la tana va a seguir con su dosis de amor semanal hasta que se aburra, y que Alejandra, simpática, rea y hermosa como es, sería una compañía ideal para recorrer pubs de San Telmo y para ver el amanecer sobre el río; mientras que Natalia, con su corte de Giordano, su rubio natural perfeccionado por L´Oreal y sus tailleurs sería la compañía perfecta para una cena en Puerto Madero y para un seminario en la UADE.
Pero el vacío sigue ahí. Esta semana la oficina de prensa de Movistar te envió invitaciones para ver la muestra de Lichtenstein en el Malba y no tenés con quién ir. Lo que en otra época hubiera sido un detalle divertido (tantas minas para un touch, ninguna para salir un sábado a la tarde), ahora te deprime. Entonces pensás que debés estar empezando a ponerte viejo.
Entonces aprovechás que es una mañana tranquila y te mirás después de afeitarte. Y pensás que posiblemente mañana venga la tana por un rato, y que hoy por la tarde vas a reunirte con Natalia en la consultora, y te preguntás si la reunión que ambos convinieron “a última hora” podría ser la excusa ideal para terminar el día yendo por ahí a tomar algo en un after hour. Y te preguntás a qué puede llevar eso, aunque sabés por dónde va la respuesta. Y, como hoy se te da por preguntarte todo, también te interrogás acerca de Alejandra, la morochita veinteañera que ves en el seminario de la facultad.
La piba tiene 20 espléndidos años, y se te acerca con sus jeans ajustadísimos, y te sonríe desde la impunidad que la da la belleza y la juventud, y te clava los ojos como si te desafiara. Te repetís que es chica, pero vos sabés que van a terminar preparando el trabajo del seminario juntos y sabés que ella decidió que va a sacarse la curiosidad que siente por vos.
Y te jode pensar que mañana va a venir la tana y va a mirar mil veces de reojo el reloj, y va a irse una hora y media después de haber llegado, y que va a dejar el departamento lleno de su perfume, que en el comedor va a quedar el eco de sus risas y su voz, y vos te vas a quedar reconstruyendo su imagen cuando ella ya no esté.
Entonces te mirás a tu propia cara y pensás que la tana va a seguir con su dosis de amor semanal hasta que se aburra, y que Alejandra, simpática, rea y hermosa como es, sería una compañía ideal para recorrer pubs de San Telmo y para ver el amanecer sobre el río; mientras que Natalia, con su corte de Giordano, su rubio natural perfeccionado por L´Oreal y sus tailleurs sería la compañía perfecta para una cena en Puerto Madero y para un seminario en la UADE.
Pero el vacío sigue ahí. Esta semana la oficina de prensa de Movistar te envió invitaciones para ver la muestra de Lichtenstein en el Malba y no tenés con quién ir. Lo que en otra época hubiera sido un detalle divertido (tantas minas para un touch, ninguna para salir un sábado a la tarde), ahora te deprime. Entonces pensás que debés estar empezando a ponerte viejo.
14 Comments:
entonces, pensás que debés estar empezando a ponerte quisquilloso. cuando sobra oferta no tenés demanda. Yo te acompaño al MALBA, vos empezá a mirarte a vos al espejo, no a lo que las chicas ven de vos al mirarte a la cara!
Besos buen finde y feliz día con delay
no puedo evitar hinchar por una... morochita y veinte años es mi candidata para el sábado a la tarde, para la muestra en el malba, el trabajo del seminario y lo que salga de allí,
pero bueno, yo sólo leo el texto y nada más, así que es como votar por cómo quiero que siga "la novela".
incluso sabiendo que a vos las morochas no te tiran...
saludos,
lm
Estemmm, para qué fecha es la entrada del malba?
Diga que tengo el sábado ocupado, o de lo contrario lo acompañaba...
¿Ve? Ahora que se terminó el mundial, estas cosas se notan más que antes.
Naty: quisquilloso siempre fui, el problema es que la edad me está poniendo peor. Besos para vos también.
Lola: Gracias por tu "voto". Pronto se viene la 0-600, llamá y votá.
Y no te creas que las morochas me resultan, todas, indiferntes: alguna me ha dejado de cama.
Anónima: Creo que las entradas tienen validez hasta mediados de agosto o algo así. Cómo viene tu agenda?
Mantis: ¿Usted quiere decir que tengo por delante cuatro años de abundancia? Dios lo oiga.
flasheo con que ud es igual a colin firth.
Noooooooo chameeeeee, no me haga estooooo....Mr. Mark Darcy es mi idolo....no quiero q NADIE se parezca a el....ES UNICO....
Con todo respeto hacia Ud. Daniel !!
Sin duda, con el tiempo uno se pone selectivo. Nadie ni nada te cierra del todo. Cierta cuota de incorformismo está buena, pero no cuando nos empieza a hacer sentir vacíos. Tu relato me volvió a enfrentar conmigo misma. Grazie!
je se me ocurre dani, que magic seria una excelente compañía para el malba y mucho más. me gustó la parejita que hacen, a ella porque la conozco a el porque lo intuyo!
bieeeeeeeeeen soy naty galán!
voto por la morocha como LM más sabiendo que usted percibe esa "intriga" hacia su persona. una rubia con tailleur y corte giordano no! (y se lo dice una rubia...)
Chame: me mataste, no sé quién es.
Cucu: tampoco ubico a Mark Dacy. Debo estar saliendo poco ultimamente.
Magic: Selectividad es el nombre del juego. Lástima que uno lo termina jugando solo.
Naty: Gracias por la intención, cuando venga la epoca de vacas flacas le aviso.
Charlotte: tendré en cuenta su consejo.
Listo! Terminé de leer tu blog entero. Como pedíste casi cuando empezaste, te cuento que te linkee. Me da hasta vergüenza decirtelo, porque tu intención era, según entendí, hacer un intercambio de linkeos(?), y como notarás, yo no estoy a la altura de tu capacidad literaria...pero bueno, lo pensé y decidí avisate igual. Te sigo leyendo.
Uru: Me cuesta creer que alguien se haya tomado el trabajo de leer este blog entero. Qué dedicación y qué generosidad.
Lo menos que puedo hacer es agradecerte y, desde ya, linkearte. Un saludo.
bueno, Daniel C, tampoco creo ser tan despreciable... jaja
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