2 de abril, 1982
De todas las historias referidas a la guerra, pocas me parecieron más demostrativas que ésta del costo humano que significó aquel delirio. El relato -que circuló años después- dice que un joven soldado que regresaba de las Malvinas al término de la guerra llamó a su madre desde su regimiento en Palermo y le pidió permiso para llevar a casa a un compañero mutilado cuya familia vivía en el interior. Se trataba -según dijo- de un conscripto de 19 años que había perdido una pierna y un brazo en la guerra y que además estaba ciego. La madre, feliz del retorno de su hijo con vida, contestó horrorizada que no sería capaz de soportar la visión del mutilado y se negó a aceptarlo en su casa. Entonces el hijo cortó la comunicación y se pegó un tiro: el supuesto compañero era él mismo, que se había valido de aquella historia para averiguar cuál sería el estado de ánimo de su madre al verlo llegar despedazado.
14 Comments:
Que historia...
dios, dios! (o lo que sea)
Ufff... mas directo que una piña en la cara, Daniel. Adhiero a Minerva... ¡Dios!
Bueno, pero fue mejor así. Estoy segura que alguien quemó el cadaver y la madre nunca supo la verdad.
Y todavía hay gente que grita "viva la patria".
gracias por contar esto...y de esta forma... ayuda a tomar conciencia de aquél horror... ( a veces creo que este país no tiene arreglo...y bue)
saludísimo felino!!!
PAAAHHHHHHHH!!!!!!!!!
No posteás más? Se extrañan tus textos...
Eso mismo. ¿No escribe más?. Paso todos los días...
Hoy estuve por tu barrio y me acordé de vos.
beso
No responde, ¿estará vivo?
Alicia: ésta es una, debe haber peores.
Minerva: Para decirlo en una frase tanguera, ¿Dónde estaba Dios?.
Mantis: Si la violencia del relato se asemejara a la violencia de la historia...
Ceryle: Alguien supo la historia y la contó. Aunque es mejor pensar que la madre nunca imaginó la verdad de las cosas.
Fernando: Todavía hay gente que canta la "Marcha de las Malvinas" y se emociona.
Gato: Gracias, saludos.
Perro mozartiano: eso mismo. Pah!.
Uruguaya: estoy complicado de tiempo pero pronto vuelvo.
Maru: Gracias por pasar. Y pasá cada dos o tres días, mejor.
Lou: Hola!. Me hubieras avisado, che. Venirte así, de incógnito...
Minerva: aún respiro, que ya es bastante.
Y si volves?
a escribir, digo.
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