Peligro de gol
Detesto con toda el alma a las minas futboleras. Verlas con gorritos, vinchas y remeras de su club preferido mientras vociferan los insultos del más grueso calibre hacia los árbitros me parece una negación visceral de su femineidad. No entiendo cómo hay pibes que tienen novias futboleras. Se me ocurre que es algo parecido a salir con un camionero: mismo vocabulario, mismo primitivismo intelectual, idénticas reacciones antediluvianas frente al televisor.
Me pregunto si una chica aceptaría salir con un tipo que, por ejemplo, coleccionara Barbies. Todo el mundo le diría que su novio, si no se la come, lleva los cubiertos en el bolsillo. Sin embargo, una mina capaz de dirigirle al equipo contrario puteadas que harían enrojecer a un estibador portuario, que amenaza al árbitro con arrancarle los testículos con los dientes, cocinarlos a la plancha y dárselos a comer al perro, que intenta prender fuego un estadio mundialista con miles de hinchas adentro, y que grita un gol hasta escupir los pulmones, es perfectamente tolerable. Para algunos.
Yo salí con una sola mina a la que le gustaba el fútbol. Y salí con ella únicamente porque era el clon más perfecto de Pamela Anderson que se podía conseguir en el hemisferio sur. Además me limité a salir hasta que pudimos -digámoslo así- concretar un par de goles y en cuanto el marcador estuvo a mi favor, quedó fuera de torneo. La rubia era de Boca, así que supongo que luego mi identikit habrá llegado a las manos de la Doce, que todavía me debe andar buscando.
Recuerdo ese trámite con íntima felicidad. Y pienso si se justificará repetirlo, mientras una de mis veinteañeras favoritas me dice cuándo la acompaño a la cancha a ver a Independiente y yo me pregunto cómo se verá su abundante delantera mientras ella salta festejando un gol.
Detesto con toda el alma a las minas futboleras. Verlas con gorritos, vinchas y remeras de su club preferido mientras vociferan los insultos del más grueso calibre hacia los árbitros me parece una negación visceral de su femineidad. No entiendo cómo hay pibes que tienen novias futboleras. Se me ocurre que es algo parecido a salir con un camionero: mismo vocabulario, mismo primitivismo intelectual, idénticas reacciones antediluvianas frente al televisor.
Me pregunto si una chica aceptaría salir con un tipo que, por ejemplo, coleccionara Barbies. Todo el mundo le diría que su novio, si no se la come, lleva los cubiertos en el bolsillo. Sin embargo, una mina capaz de dirigirle al equipo contrario puteadas que harían enrojecer a un estibador portuario, que amenaza al árbitro con arrancarle los testículos con los dientes, cocinarlos a la plancha y dárselos a comer al perro, que intenta prender fuego un estadio mundialista con miles de hinchas adentro, y que grita un gol hasta escupir los pulmones, es perfectamente tolerable. Para algunos.
Yo salí con una sola mina a la que le gustaba el fútbol. Y salí con ella únicamente porque era el clon más perfecto de Pamela Anderson que se podía conseguir en el hemisferio sur. Además me limité a salir hasta que pudimos -digámoslo así- concretar un par de goles y en cuanto el marcador estuvo a mi favor, quedó fuera de torneo. La rubia era de Boca, así que supongo que luego mi identikit habrá llegado a las manos de la Doce, que todavía me debe andar buscando.
Recuerdo ese trámite con íntima felicidad. Y pienso si se justificará repetirlo, mientras una de mis veinteañeras favoritas me dice cuándo la acompaño a la cancha a ver a Independiente y yo me pregunto cómo se verá su abundante delantera mientras ella salta festejando un gol.
11 Comments:
Creo que hay de todo. Personalmente, suelo ir a la cancha y no soy el estereotipo que describís, ni yo ni las varias mujeres que conozco que también son "futboleras". Te digo más, todas (alguna de manera más marcada que otra, eso sí) son super femeninas. Supongo que bajo tu categorización, serían aquellas chicas que no imaginarías nunca más que como excelentes madres, mejores esposas y seductoras mujeres. Pero también acuden o acudieron a la cancha bastante seguido. De todas formas, creo que es un prejucio que tuvimos y tenemos todos/as que, como todos los prejuicios, va ir cayendo por su propio peso. Que se yo, imagino.
Un beso.
La macana es que Independiente no es el Boca de años anteriores, y la posibilidad de verla festejar mucho, es mas bien remota.
Llegado el caso, ¿Por que no se busca una que disfrute apasionadamente del basket? Sabrá que los tantos del más pior de los dos equipos, jamás bajará de los cincuenta o sesenta goles. Estamos hablando, así, a ojo y sin contador... de unos veinte o veinticinco festejos rebotantes.
los/las fanáticos/as de cualquier cosa es mejor tenerlos lejos.
puros clichés de lo creen que deben ser.
no iré en defensa por mis gustos.
soy lo más lejos de pamela anderson que hay.
sé de fútbol.
y soy deliciosa.
nadie es tan tan una cosa sin dejar de serlo.
y yo lo soy. pero no abuso.
en fin: que termino justificándome por mis gustos.
creo que ud. ha tenido malas experiencias al respecto.
ah. y aléjese de los extremos.
no le sientan :)
beso
Mi amigo Pedro pasó por una disquisición parecida a la suya. La situación lo atraía pero, al mismo tiempo, le causaba una cierta repulsión por los modos y los estilos propios de la gente que suele habitar una tribuna. Finalmente, decidió probar y encaró la cuestión. Y no le va par nada mal. Hoy vive con el "Cabeza de Poronga" Benítez, jefe intermedio de la hinchada de Temperley y se considera un tipo feliz.
yo tampoco saldría con un tipo que toma Evian, come sushi y es un eventero.
María (no tengo blog)
a lo que voy. desde que te leo, no puedo dejar de pensar que sos lo más femenino que un hombre puede ser sin pasar del otro lado. en fin, too delicate para mi gusto. tengo el mismo prejuicio que vos al final.
maría
basicamente a vos te gustan las minas que representan todo de lo que queres huir. o de lo que escribis que queres huir y nunca vas a poder hacer, probablemente.
y no digo mas nada, para no ser grosera. no sea cosa que pienses que soy futbolera.
saludos
"Recuerdo ese trámite con íntima felicidad."
esta frase es genial
Ah y la metafora de meterle un par de goles y que quede fuera de torneo, bastante básica por cierto.
que cobardes los anonimos,no?
Paréntesis: Será un prejuicio, nomás. Pero la gente futbolera me aburre, y a las chicas futboleras todavía no les encontré la parte interesante, con la notoria excepción de su anatomía.
Mantis: excelente idea. También podría llevarla a ver golf y pedirle que festejemos cada golpe.
Lou: Bien por vos. Que sos deliciosa no tengo dudas: lo leo en tus textos. Beso.
Amper: Su amigo tenía algún problema con las chicas en general, no con las chicas futboleras. Si es feliz, allá él.
Anónima: Qué alegría comprobar que yo no saldría con una mina como vos, y vos no saldrías con un tipo como yo. A veces la vida nos sonríe, evidentemente.
Ro: No te preocupes, podés ser grosera sin ser futbolera. Angeles: Gracias por tu opinión. Beso.
Anónima II: Todo lo que rodea el fútbol es bastante básico, incluyendo sus metáforas.
Angeles: Lo divertido de esta anónima es que al final firma sus mensajes. Un claro ejemplo de bipolaridad.
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