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En vano he esperado durante años y años la felicidad. Al final llegó y se sentó cariñosamente en mi cama. Tenía el cutis moreno, manos de dedos largos y delgados, piernas de gacela y pies ágiles.
-Oh, ¿eres realmente tú, por fin, la felicidad tanto tiempo ansiada?
-Mañana te escribiré si en verdad lo soy o no. Tú mismo lo juzgarás.
A la mañana siguiente encontré un papelito que decía: “Adiós, hasta nunca”.
O sea que sí, efectivamente, había sido la felicidad.
(Peter Altenberg)
En vano he esperado durante años y años la felicidad. Al final llegó y se sentó cariñosamente en mi cama. Tenía el cutis moreno, manos de dedos largos y delgados, piernas de gacela y pies ágiles.
-Oh, ¿eres realmente tú, por fin, la felicidad tanto tiempo ansiada?
-Mañana te escribiré si en verdad lo soy o no. Tú mismo lo juzgarás.
A la mañana siguiente encontré un papelito que decía: “Adiós, hasta nunca”.
O sea que sí, efectivamente, había sido la felicidad.
(Peter Altenberg)
aquellos quienes comprendan que la felicidad no es una sensación absoluta y everlasting, vivirán mucho mas felices disfrutando los momentos dichosos de sus existencias, sin cuestionamientos filósico existenciales respecto de qué es o deja de ser la felicidad.
ResponderBorrarHay días en que para mí la felicidad son tres tostadas con manteca y azúcar. Y hay tardes en que la compañía del más escultural, amoroso, tierno y cultamente mundano de los hombres, no consigue en mí ni una sonrisa de compromiso.
besos, la metáfora es muy buena, pero escribí vos que siempre es mejor la producción!
la próxima, siempre es la felicidad
ResponderBorrarEntre usted y yo, Daniel, acabo de encontrar accidentalmente un blog cuyo leit motiv es defenestrar blogs, y usted ha sido atacado de un modo paparulo.
ResponderBorrarhaytabla.blogspot.com
Se lo comento por si le da curiosidad, nomás. Me habría gustado hacerlo en privado, pero su mail a disposición no tengo.
Sabe que soy bastante ducho a la hora de manejar espadas y semiautomáticas, así que si me necesita, ponga la mantiseñal.
Un saludo. Y aléjese del bohemio entre los bohemios, que si se llega a enterar de que está ahorrando, resucita y le pide plata.
no te puedo creer mantis, qué poca altura ese blog, no llega a crítica y es solo agresión
ResponderBorrarNaty: Para mi tambien la felicidad son cosas simples. Gracias por el elogio, pero hay dias en que ando corto de tiempo para escribir y prefiero poner algo interesante. Y no te quejes, que cito a gente piola, no a Bucay.
ResponderBorrarAngeles: esperaremos la próxima.
Mantis: Ignoraba la existencia de ese blog. Es tan malo, que sus críticas son auténticoa elogios. Seguiré ignorándolo.
Angeles: Coincido por completo.
Lu: Todavía me cuesta creer que alguien se tome el trabajo de leer este blog entero. De verdad, muchas gracias por invertir tiempo en eso.
ResponderBorrarTu blog me gusta mucho, y gracias por el link, que prometo retribuir. Saludos.
Preferimos lo que escribís vos, sí, claro, pero hay citas que valen la pena también, como ésta.
ResponderBorrarPara indagar en la exégesis de la felicidad no hay como indagar en el autodidacta tucumano Ramón Ortega y Gasset.
ResponderBorrarlo mas triste de todo es que -creo- que todos nos sentimos así alguna vez.
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